Las indicaciones son idénticas a las de la liposucción, pero puede realizarse aún en pacientes con laxidad cutánea. Se logra tonificar y remodelar de este modo abdomen, muslos, glúteos, brazos, contorno mandibular y cuello. En algunos casos, permite evitar procedimientos más invasivos como abdominoplastías o lifting de brazos o muslos. Los pacientes lo prefieren por ser menos invasivo y dejar cicatrices imperceptibles. Además permite combatir la celulitis.
La tecnología usada se llama RFAL (Radiofrequency assisted liposuction). En sustitución a los aspiradores tradicionales, ejerce un calentamiento progresivo y controlado de los tejidos, que permite la licuefacción del tejido adiposo que debe ser removido. Paralelamente, se produce un mejoramiento del tono de la piel por contracción de las fibras elásticas. La aspiración de la grasa es menos traumática, por lo que se reducen hematomas, edema y dolor en el postoperatorio.
El calor ejerce un efecto de coagulación, y además favorece la retracción cutánea.
El Dr. Torres es precursor de esta tecnología en Italia, y ya ha operado más de 500 casos, siendo reconocido como opinión líder en Latino América. La metodología es nueva en Chile y la plataforma acaba de llegar de Israel, prometiendo revolucionar el mercado de la cirugía estética.
